19 Dic Entrevista a Nando Benegas, nuestro anillador residente, en ‘Adictos a la tinta’
Hola musadictos, hoy os traemos una megaentrevista que Arte Galindo le hizo el pasado 10 de diciembre a Nando Benegas, nuestro anillador residente de Musa Tattoo y que ya conocéis de sobra. En ella, hablaron, entre otras muchas cosas, de cómo está actualmente el mundo del piercing, de qué técnicas son las más indicadas o qué hay que tener en cuenta si estás pensando en hacerte uno. Os aconsejamos que la leáis o la escuchéis pulsando aquí. ¡No te la pierdas!
- Bienvenido Nando, estamos encantados de tener a un fiera del piercing como tú hoy sonando en nuestra emisora, y es que trabajas de una forma muy especial, con aguja americana.
Empecé hace años a usar este tipo de aguja por muchas razones. Una de ellas es porque el catéter, que es lo que más se usa normalmente, hace un agujero muy pequeño en la piel. Entonces, al meter el piercing duele mucho porque lo que haces es tensar la piel. Es como si hicieras una herida y la dilataras, eso no va a curar igual. Esta es una de las principales razones.
Otro motivo es el filo. Digamos la que aguja americana está mucho más preparada. Al final, el catéter, es para coger vías y no para hacer piercings, pero se usa para eso.
- Para la gente que nunca haya visto una aguja americana. ¿Se pueden reutilizar o son desechables?
Se podría reutilizar, si la limpias y la esterilizas, pero no se hace, porque cada vez que perforas pierdes filo. La aguja americana tiene un filo extremo a diferencia del catéter, que no está muy afilado. Lo que buscamos siempre es hacer una herida muy limpia porque es lo que mejor va a curar después. Siempre que hacemos un piercing estamos pensando en cómo va a curar. La clave está en hacer el mínimo daño posible en la piel.
Es la principal diferencia entre la aguja americana y el catéter. ¿Se puede ir de Madrid a Cuenca en patinete? Se puede, pero es mejor ir en coche. Pues con esto pasa lo mismo.
- A parte de no hacer tanta herida y que el piercing pasa mejor, ¿ves también diferencia en los precios entre ellos?
Dentro del rango de las agujas americanas hay de todos los precios, porque hay mucho tipo de calidades. Yo siempre intento comprar las mejores, y eso siempre te sale más caro.
- Mójate un poco. ¿Qué marca es la que más recomiendas?
Katana es la que más me gusta porque, aunque sus precios están muy por encima de otras, la verdad es que se nota muchísimo en el resultado por el filo que tienen y el tratamiento que les dan. Las agujas americanas tienen una película de grasa que ayudan a traspasar la piel haciendo menos roce, están muy preparadas.
También hay que saber usarlas. Si miras una aguja americana bien, el ojo de la aguja va ligeramente doblado, por lo que no se puede meter recta como un catéter, se mete inclinada para luego enderezar. La técnica es muy diferente, pero todo son ventajas.
Principalmente, las agujas americanas las utilizamos también porque están preparadas para meter joyería de rosca interna que es exactamente lo contrario a lo que la gente conoce, que suele ser una barra con una rosca y una bola con un agujerito para encajarlo. Esto va al revés, son las bolas las que tienen un pinchito y la barra con el hueco. Esto se hace así porque es mucho más limpio. De la otra forma la rosca va arrastrando hacia el piercing suciedad que se encapsula y se acaba pudriendo provocando posibles infecciones. La rosca interna va completamente cerrada y no entra nada ahí.
- Doy fe porque los dos aros que tengo en las orejas los llevo así y mucha gente me dice que si está al revés.
Hay gente que ha pensado que le había puesto un piercing roto…
- ¿Qué le aconsejarías a la gente que se está lanzando a anillar? ¿Qué debe y qué no debe hacer un buen anillador?
Lo primero es intentar entrar en un buen estudio, no hacer las cosas por tu cuenta, en el que haya un anillador y que este le enseñe. Y poco a poco, como seguramente aprenda con errores, investigue por su cuenta. Los anilladores estamos continuamente buscando información porque necesitamos saber cómo cura una herida con un cuerpo extraño que es muy diferente a cómo cura una herida normal.
Saber qué materiales son los mejores, porque por ejemplo el acero quirúrgico lleva níquel o materiales que son tóxicos, por lo que tu cuerpo o bien lo va a expulsar o va a hacer una supuración excesiva. Lo que se busca es lo que te pondría un doctor como por ejemplo, una placa en la espalda o una válvula en el corazón, que es titanio de grado implante y nunca acero quirúrgico porque no es biocompatible. Este material lo usamos para coger el material, por ejemplo, unas pinzas. Este es el principal problema, porque el acero quirúrgico es más barato. Que luego hay que tener cuidado también, porque te pueden vender titanio que no es de grado implante como si lo fuera.
- Muy pocos trabajan con este material.
Yo todo lo que hago lo hago con él.
- ¿Haces más cosillas o solo te dedicas a los piercings?
Tengo la suerte de que solo me dedico a ellos. Normalmente los anilladores se tienen que buscar otra cosa porque si no, no les da el sueldo. ¿Cómo lo he hecho? Pues haciendo cuentas. Por ejemplo, un nostril, que es un piercing básico, son 35 euros más el top, porque si hay gente que lo quiere de oro o una circonita, lo tengo que sumar. Depende de si quieres ya algo más especial.
- Es verdad, en tu Instagram he visto piezas de joyería muy bonita. Pero sí es cierto que la gente no entiende la calidad de alguien de tu categoría poniendo piercings. Hay gente que por 1 ó 2 euros se van al piso de su colega, que es lícito porque está empezando, pero que no tiene ultrasonidos ni todo lo necesario para esterilizar como se debe…
Es que un piso es súper insalubre. Por ejemplo, cuando llega la joyería de fábrica lo primero que hago es limpiarla con ultrasonidos y con jabones especiales; luego lo aclaras con agua y con agua destilada para quitar los posibles restos que se hayan podido quedar. Eso se embolsa, se sella, se esteriliza, se seca, se marca y se guarda en un cajón. A mí me lleva todo ese proceso preparar el material, por lo que no puedo cobrar lo que cobra alguien que ni si quiera esteriliza el material. No quiero meter miedo sobre enfermedades, pero no tiene nada que ver.
Lo que tenemos que entender los anilladores y los que queremos crecer en este sentido es que quien busca trabajos baratos no es nuestro público, no es nuestra lucha.
- La gente joven no es consciente de los riesgos que implica no trabajar con un profesional y con todo el material que eso requiere.
Yo tengo 2 ultrasonidos, uno para joyería “sucia” – que a lo mejor ha tocado sangre- y otro para joyería limpia -la que viene de fábrica-. A parte tengo 2 autoclaves, uno que me permite esterilizar gran cantidad de material y otro que, aunque es más pequeño, esteriliza en 7 minutos. Lo cual me da mucho juego, porque no es necesario tener tanto material preparado.
- ¿Qué tipo de piercing pones más extremo? ¿Cuál ha sido tu límite?
He puesto de todo, a día de hoy creo que no me faltado nada. En mis tiempos mozos algún piercing loco he hecho, pero ahora por convicciones mías o porque pienso que no van a ser buenos para la salud del cliente ya no los hago, como por ejemplo el trasversal de la lengua.
A mí ese me lo piden mucho, pero la mayoría se acaba partiendo las paletillas con él.
El tema es que con ese piercing unes dos músculos en la lengua y puedes causar atrofia.
- Yo he visto piercings tipo banana donde no pueden ir que han hecho bastante daño… ¿Cuáles son los más bestias que has visto y los que recomiendas para cada sitio? Porque la gente está muy perdida…
Una banana nunca para hacer un surface, porque eso va a hacer mucha tensión en la piel, y con el paso del tiempo va rajando a la vez que cicatriza por otro lado, por lo que es como si rechazara el piercing. Al principio queda muy bien, pero luego se queda como si el agujero fuera muy pequeño para esa pieza, y se queda colgando raro… En realidad lo que hay que emplear en ese caso es un punch (un bisturí redondo), no con una aguja. Con esta herramienta perforas hacia adentro y no inclinas. Una vez dentro de la piel ya vas con un tapper para separar sin hacer herida. Esta técnica no la sabe mucha gente.
- Es una técnica bastante compleja, porque este tipo de piercing tiene que tener la profundidad exacta. Es un nivel muy avanzado. ¿Tú te formaste en algún sitio específico?
Llevo en esto muchísimos años a lo largo de los cuales he ido conociendo gente que me ha ido cambiando el chip. Claramente no empecé sabiendo lo que sé hoy, pero empecé muy fuerte en 2013 en Magaluf, y no sé cuántos piercings hacía al día.
- Como Laura Egea.
Sí, ella empezó en un estudio y yo en otro, pero luego nos juntamos en el mismo, y aquello fue una locura. Llevábamos el estudio nosotros y tuvimos muchísimo volumen de trabajo, y al final no teníamos mucha experiencia. Esa fue nuestra “mili”, así aprendimos. Pero después vas leyendo y te das cuenta de que no hacías las cosas bien, como por ejemplo usar catéter o acero quirúrgico, pero por suerte vas modificando y vas viendo que el número de infecciones se reduce, que la curación es mucho mejor… Por eso es tan importante hacer revisiones de tus trabajos, porque ves cómo curan.
- Eso es muy importante, porque lo normal es que no vuelven hasta que se hacen uno nuevo. La gente no le da mucha importancia.
Yo les amenazo (risas). Cuando vienen al estudio me río mucho con ellos porque vienen nerviosos, pero cuando les explico lo que vamos a hacer y lo que no, y lo que vamos a usar y lo que no, ahí me pongo ya más serio, y les explico que tienen que venir a la semana para verlo porque es el tiempo en el que es más infectable. Piensa que la herida no tiene ni costra ni nada que lo proteja.
- Según tu criterio, ¿cuánto tiempo tarda en curarse un piercing, por ejemplo, en un pezón?
En estos casos yo ya les dejo preparado una segunda piel, que va a ser una banda protectora que lleva crema y pegamento como el que se pone en los tatuajes durante unos días. De esta forma no se pueden tocar ni rozar con nada, es muy cómodo. Después, nada de tocarlo, ni de jabón, ni de darle vueltas… Porque todo el trabajo que hemos hecho al haberlo esterilizando no sirve. En eso insisto mucho.
- ¿Qué consejos darías ante un queloide?
Un queloide puede salir por infección o porque la perforación no estaba bien hecha, porque lo han inclinado mucho y han cortado el riego.
Una vez que sale es muy difícil quitarlo, pero se puede hacer. Yo suelo usar unas bandas que son de silicona y lo que hacen es aplastarlo por un lado y usar el calor de su cuerpo.
- ¿Qué es lo más loco que te han pedido en el mundo del piercing?
(Risas) La mayoría fue sobre todo en épocas más “escabrosas”. Por ejemplo, piercing en la mano… Hubo una vez una chica que me pidió un piercing desde la clavícula hasta arriba del cuello… Hoy en día eso no lo haría.
- Hubo un chico que me pidió que le uniera los dedos con piercings con una barra de industria…
Eso por ejemplo no le duraría nada… Hay mucha tensión en un dedo… Ahí lo tendría un rato.
- Por ejemplo, a mí me viene mucha gente para que les quite el microdermal mal hechos, desgarrados… Yo este piercing no lo pongo porque la gente no sabe cuidarlo. ¿Hay algo que tú pudieras aconsejar?
Yo sí lo pongo, pero depende de en qué zona y aconsejando mucho. El otro día vino una chica que lo quería en el brazo y le dije que no, porque en esa zona en seguida se va a enganchar con algo. Lo malo de los microdermales es que tienen muy poca base y, por tanto, muy poco amarre.
Sin ir más lejos, yo llevo uno encima de una ceja y el otro día escalando me di con una presa y me lo voy a tener que quitar. Es un piercing que está destinado a que te lo tengas que quitar, pero es verdad que yo he hecho alguno que están perfectos después de muchos años.
- Es que si tú lo pones bien y la gente es consciente de lo que lleva, no tiene porqué dar problemas. El problema es cuando se lo pone gente sin mucho cuidado.
Son piercings muy delicados. El surface, por ejemplo, tiene que estar inclinado para que la piel no rechace la barra, de esta forma va a hacer mucha menos tensión.
- ¿Y el surface en el torso cómo lo ves?
Bueno… hay poca piel pero puede enganchar. Lo que pasa es que hay que hacerlo bien, como te he explicado antes con el punch. Me acabo de acordar que hace un par de meses puse un par de cheeks (en los hoyuelos), que son perforaciones muy complicadas y siempre dan muchos problemas, porque se inflaman mucho. El otro día se me ocurrió coger microdermales por probar, que es la foto que has cogido para patrocinar la entrevista. No lo había visto nunca e innové, y la verdad es que han quedado geniales y siguen allí perfectos. Además, no le hacen daño en los dientes y han curado muy bien. Por lo que puede que a partir de ahora deje de hacer cheeks y haga microdermales en los carrillos.
- Serías el pionero en esto. Un antes y un después.
Lo voy a patentar (risas)…
- Gracias a gente como tú, podemos ver que se puede innovar y seguir creciendo.
Ahora es cuando el mundo del piercing va a empezar a cambiar. Porque la gente está más concienciada en utilizar mejores materiales, por lo que el precio tendrá que ir subiendo, lo que no puede ser es piercings a 15 euros. Esto te asegura que lo hagan gente formada y que el cliente tenga unas garantías.
Antes el piercing estaba como perdido y olvidado… te los hacías en la farmacia con una pistola, la cual no se puede desinfectar porque si no, se rompe. Cuando haces un piercing muchas partículas saltan, sobre todo con pistolas. Debido a esto se han pegado muchas hepatitis…
- Por eso las últimas versiones las han hecho con cartuchos, para que no se tenga contacto con la persona.
Pero aun así estás haciendo un piercing con un pendiente que no tiene filo, que si lo vieras con un microscopio verías una herida reventada totalmente; se abre por aplastamiento, no es como una aguja que abre la piel. Además, el material del pendiente que te ponen no es el más indicado, los de cierre de mariposa, hace que se te infecte muchísimo y, además, lo somete a una presión extrema.
- Creo que es un kilo de presión.
Por eso se mete la rosca dentro de la piel cuando se inflama. Hace no mucho le pasó a una farmacéutica y vino a que yo se lo quitara.
- Entonces lo que aconsejas es…
Siempre aguja americana y piercing de rosca interna.
- Yo siempre he trabajado con catéter, pero desde esta entrevista me voy a replantear mi forma de trabajar.
Si lo haces, tú mismo te vas a dar cuenta de cómo mejora el proceso de curación. No se irrita tanto y todo va mucho más sencillo.
- Tengo que ver si lo puedo hacer en Cataluña, porque aquí tenemos muchísimas limitaciones y que también tendrían que evolucionar. Fíjate, sería más caro para nosotros pero es una mejora para el cliente. Sanidad tendría que dar el paso, pero es una lucha interminable.
Poco a poco…
- Ha sido un auténtico placer y lamentablemente se nos ha terminado el tiempo. ¿Quieres despedirte de los oyentes?
Pues invito a todos a seguirme en redes y a que vengáis a conocer el estudio que tenemos en Cuenca.
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