No recuerda no tener un lápiz en la mano y estar dibujando todo tipo de estilos. Así, se dio cuenta de que quería dedicarse al mundo del tatuaje y empezó a tatuar a los 22 años y, después, a dedicarse plenamente al tatuaje a los 23. Fue perfeccionando su técnica influenciado por compañeros veteranos en el mundo del tatuaje.
A día de hoy, está especializado en el estilo tradicional, que realiza tanto a color como en blanco y negro. «Me siento muy cómodo realizando estos diseños porque sé que son de los más duraderos en la piel al tener una línea marcada y relleno sólido y plano. Pensar que mi trabajo acompañará a una persona durante años es una sensación brutal».
Es residente en el estudio de tatuaje Black Mirror en Granada.
PRÓXIMAS FECHAS: Del 18 al 22 de enero